Por Rev. Miguel Ángel Núñez
Reflexión
El Culto es importante para Dios
Dios ha dejado en claro que el culto en comunidad le importa. Quiere reunirse con nosotros, todos juntos. Dios tiene algo que decirnos, una palabra común. Dios tiene algo para darnos en una mesa común (altar). Dios tiene algo que hacer con nosotros: ¡perdonarnos, equiparnos y llenarnos de su amor! Dios nos hizo para relacionarnos con Él.
En Génesis 3:8-9 dice de Adán y Eva: «Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?«
Imagina que el Dios que te creó aparece para la conexión que ha planeado con nosotros, pero nosotros no estamos. Puedo escuchar su voz de nuevo diciendo,
«¿Dónde estás?«
Ciertamente es posible reunirse con el Señor individualmente cualquier día y en cualquier lugar, ¡y deberíamos hacerlo!, pero Dios ha dado los medios de la gracia (la Palabra de Dios y los Sacramentos) a su iglesia, para vivirlo en comunidad (Juan 20.22; Mateo 28.19-20; 1 Corintios 10.16)
Él ha dado esta promesa a la iglesia: «Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» – Mateo 18:20.
El tercer mandamiento habla de la primacía del lugar de Dios en nuestra vida. «Santificarás el día de reposo». Martín Lutero en el Catecismo menor indica lo siguiente respecto a ese mandamiento: «¿Qué quiere decir esto? Debemos temer y amar a Dios de modo que no despreciemos la predicación y su palabra, sino que la consideremos santa, la oigamos y aprendamos con gusto.». ¡El culto dominical le importa a Dios!